¿Arrugas? Cuida tu piel después del verano.

Los efectos del sol, del aire, del agua, del contacto con detergentes o con productos agresivos son algunos de los factores que contribuyen a agrietar la piel o a que esté más tirante o seca. Las cremas pueden ayudar a mejorar el aspecto, la textura y a aliviar las molestias de la piel.

A medida que avanza el envejecimiento, se produce una alteración del equilibrio de humedad en la piel, por lo que se vuelve más seca. Esto propicia la aparición de líneas y arrugas. A partir de cierta edad es recomendable utilizar cremas hidratantes si se quiere minimizar este efecto.

Además, existe una serie de factores que influyen durante toda la vida en la situación y aspecto de la piel, como la utilización o no de crema de protección solar, la exposición excesiva al sol y el tabaquismo. A este último factor se le suele prestar una escasa atención, sin embargo, fumar ha demostrado contribuir visiblemente al envejecimiento de la piel.

Las cremas son emulsiones, es decir, mezclas de grasa y agua. Su función principal es aportar hidratación a la piel, o evitar que esta pierda humedad.

Para ello se sirven de multitud de ingredientes, fundamentalmente de humectantes (glicerina, propilenglicol, urea) sustancias higroscópicas que captan humedad del ambiente, ingredientes oclusivos, que atrapan el agua en las capas externas de la piel (parafina, vaselina, aceites vegetales) y emolientes, sustancias normalmente de tipo graso que flexibilizan, lubrican y evitan la pérdida de agua la piel (aceites, grasas y siliconas).

Lo que debe tener una buena crema hidratante

Hay diferencias entre unas cremas y otras. Normalmente la presencia de un ingrediente no es la clave, ya que la eficacia depende de la formulación completa. Una crema de tipo cosmético solo tendrá efecto en las capas superficiales de la epidermis.

Cremas de día

Las cremas de día se utilizan como base para antes del maquillaje o solas. Algunas incluyen ya un factor de protección solar. Lo ideal es que lleven como mínimo un FPS 15. Por debajo de ese nivel, la protección será insuficiente, teniendo en cuenta que no se va a aplicar repetidas veces como una crema solar. La crema de día se aplica por la mañana, una sola vez al día. Suelen ser más ligeras, sin demasiada grasa que dejan “respirar” a la piel, normalmente se trata de emulsiones oleo-acuosas.

Cremas de noche

Las cremas de noche suelen ser más grasas. Son emulsiones acuo-oleosas, con más contenido graso y texturas más gruesas o untuosas. Este mayor contenido graso ayudará a evitar la pérdida de agua y a mantener la hidratación.

Si necesitas un tratamiento antiarrugas, encuentra un dermatólogo cercano.

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