¿Verrugas? Descrubre los tratamientos.

Las verrugas son pequeños crecimientos en la piel provocados por una infección vírica. Normalmente no provocan dolor, aunque algunas pueden producir comezón. Otras, como las situadas en los pies, sí pueden ser dolorosas.

Son la consecuencia de la infección causada por el virus del papiloma humano (VPH), del que existen más de 100 tipos.

Las verrugas son benignas en general, aunque en ocasiones pueden devenir en malignas y provocar lo que se conoce como carcinoma verrucoso. Algunas personas tienen una mayor predisposición a ser infectadas por el VPH.

Las verrugas son contagiosas

Las verrugas de la piel pueden transmitirse de una persona a otra por contacto. También se pueden transmitir por medio de toallas u otros objetos.

Las verrugas genitales son muy contagiosas y pueden transmitirse durante el acto sexual. En las mujeres, las verrugas pueden crecer en el cuello uterino o cérvix, lo que supone un factor de riesgo para la aparición de cáncer de cuello de útero.

Tratamiento para las verrugas

A menudo, las verrugas desaparecen por sí solas, aunque es posible que pase mucho tiempo antes de que esto suceda (meses o, incluso, años). En algunos casos, sin embargo, las verrugas persisten, por lo que será pertinente plantear un tratamiento. Los tratamientos más habituales son:

Crioterapia. La crioterapia consiste en congelar la verruga para su eliminación. Pueden ser precisos varios procesos de congelación antes de que la verruga desaparezca.

Cirugía. La extracción quirúrgica de las verrugas y la posterior cauterización es uno de los primeros tratamientos. Sin embargo, las cicatrices y la recurrencia tienen lugar en el 30 % de los pacientes.

Ácido salicílico. El ácido salicílico es uno de los tratamientos de primera línea. Se trata de una terapia queratolítica que destruye lentamente la epidermis infectada por el virus y que puede, además, desencadenar la respuesta inmune.

Terapias antivíricas. En ellas se incluyen tratamientos con diferentes sustancias con capacidad antivírica como el glutaraldehido, el formaldehido, ácido fórmico y el cidofovir.

Inmunoterapia. Existen diferentes tratamientos relacionados con la incentivación del sistema inmunitario del propio paciente. Entre ellos, cabe destacar la suplementación de zinc por vía oral, la utilización de sensibilizadores de contacto, las inyecciones de interferón y las vacunas, entre otros.

“Verrugas del cuello” o fibroma blando

A veces se confunden con verrugas, pero las “verrugas del cuello” ?también conocidas como fibroma de péndulo, acrocordón o pólipo fibroepitelial? no son tales, sino fibromas blandos.

Cerca de una cuarta parte de la población presenta este tipo de lesiones que suelen aparecer a partir de los 30 años. Se trata de pequeños crecimientos pediculados de la piel de color normal u oscuros localizados especialmente en el cuello, las axilas y las ingles, aunque también pueden aparecer en el tronco.

La causa de estas lesiones no se conoce con exactitud, si bien existe una cierta predisposición genética. Los factores hormonales pueden jugar un papel en su aparición, ya que estas lesiones aparecen con frecuencia en mujeres durante el embarazo.

Son extirpables en el caso de que sean dolorosos o por razones estéticas. Cuando son pequeños se pueden cortar desde la base o llevar a cabo una electrodesecación superficial. También se puede utilizar crioterapia en su erradicación.

Si necesitas tratar una verruga, accede a un dermatólogo cercano.

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